Cuando los gobiernos quieren disimular sus claudicaciones recurren a la publicidad. Así, la población asiste impávida a la deserción de los servicios públicos más elementales, maquillada por campañas publicitarias.Cuando estos gobiernos se autotitulan progresistas, la claudicación es mucho más notoria, porque proviene de discursos que, pre-electoralmente, centraban su esfuerzo en hacer de los servicios públicos una bandera de justicia social.
Uruguayos al fin, la claudicación de la responsabilidad siempre termina ganando la batalla, y entonces empieza el largo calvario de la autocomplacencia, de las miradas cómplices, de la mediocridad. Ver, por ejemplo, la irritante campaña publicitaria del Ministerio del Interior, presuntamente en contra de la estigmatización de ciertos barrios de la ciudad, llamados zonas rojas.
Resulta insultante que mientras los habitantes de esas zonas asisten a diario a la ausencia del Estado en casi todas sus formas (falta de prevención, de represión del delito más insignificante, de centralidades culturales o deportivas elementales), se apele a una campaña publicitaria que llene el ojo y justifique la llegada y partida de los servicios en forma vergonzante.
Los años me han hecho perder la capacidad de asombro, pero no la capacidad de indignación (término muy de moda, pero no se me ocurre otro).
lunes, septiembre 19, 2011
Loving the alien
Vamos de nuevo.
El ministro de Defensa (el mismo que se opuso a la ley de reproducción asistida, el del trato de che-y-vos con los militares, el que monitoreaba la inteligencia y enlace paralela y ahora, además, la oficial) y el ministro del Interior hacen de las suyas. El primero nos revuelve el estómago; el segundo merece estas líneas de Castrato, nuestro colaborador itinerante:
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ud. se refiere al ministro de defensa. No creo que sea sólo un trato de che y vos. pasa que un tupa por definición ES milico. Son lo mismo.
ResponderEliminarya que mencionó al ministro del interior, me recordó cuando el bicho fue a recibir a la selección AL OTRO DIA que se le pasaron de horno 12 presos en rocha.
¿O sea que aquello de "Haga patria, mate un milico" sería extrapolable a esta caterva de vejetes subidos al carro y dotados de una sensibilidad propia de las huestes de Atila? Caramba, las vueltas que da la vida.
ResponderEliminarY, sí, es el de Defensa. Perdón, me confundí de vejetes y de milicos.
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