martes, febrero 28, 2012

lunes, febrero 27, 2012

domingo, febrero 26, 2012

El viejo mundo

De un artículo de Luis Martínez en El Mundo:

¿Por qué las mejores películas del año no están en los Oscar? Sí, Los descendientes está, pero ¿y las otras? Por orden, ¿por qué no está Drive? ¿Por qué no hay la menor mención a Take Shelter, de Jeff Nichols, la más violenta y brillante metáfora de lo que nos está pasando? ¿Por qué ni Shame, de Steve McQueen, ni el propio Michael Fassbender, su protagonista, figuran por ningún lado? ¿Dónde está Cronenberg y Un método peligroso? ¿Por qué una de las sensaciones de Cannes, Martha Marcy May Marlene, de Sean Durkin, ni siquiera ha sido mencionada en la categoría de mejor actriz por el soberbio trabajo de Elizabeth Olsen? ¿Por qué Andy Serkis, el hombre escondido detrás de la 'motion capture' es borrado con saña de todas las listas?

¿Por qué El topo, de Tomas Alfredson, no figura entre las mejores, puesto que lo es? ¿Por qué una cinta tan fácil, tontorrona y sin foco como Tan fuerte, tan cerca sí está en la exclusiva lista de las nueve películas del año? ¿Que hace Criadas y señoras ahí? ¿Por qué La piel que habito ni siquiera tuvo opción de competir a la mejor película de habla no inglesa (esta pregunta quizá es en otra ventanilla)?

Quizá la pregunta debería ser reformulada de otro modo: ¿Por qué cualquier película que se haya postulado este año como nueva, interesante, provocadora o conflictiva ha sido borrada del mapa? Sin duda, si la Academia del cine de Hollywood necesita algo es renovarse. Eso o seguir ganando dinero sin pudor. Que tampoco está mal. Sea como sea, lo único cierto es que las academias, todas ellas, son organismos por definición conservadores. Están ahí para preservar las esencias. Otra cosa es qué sea eso de las esencias o cuanto difiere la esencia de la cuenta corriente de algunos.

Erland Josephson 1923-2012


viernes, febrero 24, 2012

Febrero 24, 2012


● 20 bibliotecas particulares para envidiar.

● Pocas cosas nos importan menos que esto.

Enseñanzas de la Escuela Cortázar.

● "Arquitectura imposible" hecha a base de fotografías.

● El fin de la burguesía, según S.Z.

● Backstage de la poesía.

● Lo del copyright ya es cuestión de vampiros.

Decálogo del buen fumador.

● Las series del nuevo siglo.

● Maten a los jingleros del Pepe.

● Hay cartas que quisiéramos haber escrito nosotros.

miércoles, febrero 22, 2012

Post-cine

Entrevista a Ángel Quintana, autor del libro Después del cine. Imagen y realidad en la era digital.

martes, febrero 21, 2012

Los viejos blogueros nunca mueren

Enrique Vila-Matas | El País

“Me acuerdo de los gorros tipo Davy Crockett, y de cuando todo era Davy Crockett por aquí y Davy Crockett por allá”, leo en el libro que Joe Brainard dedicó a sus recuerdos. Si un día me propusiera abordar los míos, empezaría así: “Me acuerdo de Internet”. Y es que han pasado sólo once años desde que los ordenadores cambiaron mis hábitos, pero tengo la impresión de que han transcurrido muchísimos más.

Me acuerdo de cuando los blogs estaban de moda. Después, Facebook y Twitter los fueron arrinconando, aunque algunos de ellos, como Vano oficio (Ivan Thays) o el tan justamente célebre El lamento dePortnoy (Javier Avilés), mantienen intactos su interés. En su último post, Avilés cita una entrada de Rango finito (Javier Moreno), que comenta el problema creado por el uso generalizado de las redes sociales: entre unas y otras han logrado que disminuyan el número de enlaces entre blogs y, por consiguiente, que se contraiga el contenido en la Red. Son los propios blogueros quienes están haciendo que el dinámico entramado de la Red que les unía sea cada vez más débil. Y es que los enlaces en las redes sociales no sólo tienen ahí una permanencia fugaz, sino que, además, no generan contenido dentro de Internet, ya que son obviados por los buscadores.

Es curioso: creíamos que Internet era un lugar temible para la calidad literaria y ahora incluso añoramos la antigua pujanza de los enlaces y contenidos de los blogs. En todo caso, los mejores resisten. El lamento de Portnoy se vale de su comentario sobre la caída bloguera para crear nuevos vínculos. “Es evidente que este post pretende generar enlaces y contenido”, dice Avilés alias Portnoy. Y conecta con Bolmangani, blog que en su entrada del 10 de febrero ofrece, en traducción de Jose Luis Amores, el prólogo a The novel, an alternative history, libro de Steven Moore donde se ensalza a la “literatura de la dificultad” (o de la complejidad) y se arremete “contra la estrechez de miras de los Myers, Peck y Franzen, defensores de la historia estándar del género de la novela”.

Podremos estar de acuerdo o no con la embestida, pero el prólogo de Moore es interesante. Para él, “todos los desarrollos significativos en nuestra historia cósmica” pueden verse como saltos hacia nuevos niveles de complejidad. Y se acuerda de cuando los Beatles lanzaron Sgt. Pepper´s Lonely Hearts Club Band y hubo quienes criticaron la irrupción de la complejidad en las canciones del grupo. Moore se plantea si los Beatles, de haberse atascado en su simpleza inicial, serían los iconos culturales de ahora. Dado que hasta los fans más antiguos aplaudieron la evolución del grupo, se pregunta también por qué a los autores literarios no se les ha permitido lo mismo que a los músicos pop. ¿Por qué, por ejemplo, se vapuleó tanto a Joyce por haber intentado ir de Dublineses hasta Finnegans Wake?

Me ha parecido que Moore no contempla que se pueda evolucionar a la inversa, es decir, la llamada “innovación anacrónica”. Pero creo que en el fondo su escritura, tan deliberadamente legible, entrevé que sólo se puede renovar con eficacia la narrativa reformándola con gran paciencia desde dentro (“¡Pero muy ligeramente! Porque si te pasas, caes en el gran error, ¿no es así?”, decía Céline). Por mi parte, me siento próximo a este estilo de renovación, aunque entiendo que no hay ninguno que posea la fórmula perfecta.

Tal vez en todo esto una sola certeza: el ensayo de Moore habla en realidad de temas muy habituales en nuestros blogs más activos, plantea dilemas que históricamente han sido centrales en ellos. Dilemas en los que el tenso diálogo entre lo convencional y lo supuestamente nuevo ha dado siempre gran variedad de ideas y enlaces. Y un cierto heroísmo cotidiano. La leyenda dice que los grandes blogueros llevan siempre las botas puestas.

lunes, febrero 20, 2012

Monogamia

De una reseña del libro Amor, un sentimiento desordenado en El Mundo de España:
La nueva estrella del ensayo filosófico, Richard David Precht, prefiere no poner etiquetas, pero cree (con otras palabras) que el amor burgués puede ser el más llevadero y el que mejor resuelve esa contradicción entre la necesidad de seguridad y el deseo sexual. Por lo tanto, la fórmula de compaginar una pareja muy estable con varios amantes es una posibilidad que siempre ha estado ahí, que se antoja eficaz para muchos. Precht explica: "Yo puedo vivir 20 años con alguien a quien quiero, y no me imagino mi vida sin ella; pero, al mismo, tiempo, deseo a otras personas". (…)
Señala Precht, por ejemplo, que la monogamia se asienta en dos principios ancestrales: el miedo al contagio, a las epidemias y la necesidad de mantener las posesiones. De hecho, añade, las culturas nómadas, que no tienen nada que legar, suelen ser polígamas.

También cree que "la fidelidad es extraña. Lo normal es la infidelidad, pero soñamos con esas expectativas de la fidelidad que tiene que ver con la naturaleza religiosa que se le imprime al amor".

domingo, febrero 12, 2012

Ramirez beach


En The Independent de Londres:
Devotees of the Afro-Brazilian goddess of the sea Lemanja pay tribute on Lemanja's Day at Ramirez beach in Montevideo February 2, 2012. On this day every year, worshippers light candles at a shrine and throw sweets, alcoholic drinks, fruits and cheap jewellery into the sea as offerings to ask for good health and luck in love and work.
Reuters

sábado, febrero 11, 2012

Febrero 11, 2012


* Fotos de un año feroz.

* El collage de la depredación humana.

* Personajes literarios según el identikit policial.

* A contracorriente de la historia, como siempre.

* Il vero morto che parla. Nuovi ori.

* Un nuevo final. Y van...

* Escribe el hombre detrás de la máscara.

* Criticar al crítico, deporte saludable.

* Queríamos tanto a Bruce Lee.

* Sobre la debilidad digital.

* Nada como la mafia para aprender de negocios.

* La vagina como tendencia editorial.

* Un Van Gogh interactivo.

* Se abre el arca de Pessoa.

miércoles, febrero 08, 2012

domingo, febrero 05, 2012

El empleo del tiempo


Aviso a los navegantes: The Turin Horse, de Béla Tarr, está online y con subtítulos en español. Con una sucesión de imágenes densas, morosas, inolvidables, el húngaro loco se mandó un réquiem a su carrera que es, también, un réquiem por el cine. Dos personajes –padre e hija– y un caballo son casi todo lo que aparece en dos horas y media, aislados en medio de la nada y soportando una tempestad perpetua. Los rituales cotidianos (levantarse, vestirse, acarrear agua del aljibe, comer una papa cada uno, mirar por la ventana) adquieren una relevancia sublime, mitológica, que, a medida que transcurren los seis días en que se divide el relato, va perdiendo vigor, sentido, razón de ser, hasta que simplemente se apaga. Antes el caballo había dejado de comer, un vecino había pasado a dar un sermón apocalíptico, el aljibe se había secado, la lámpara se había apagado. Y la cámara los ha registrado con un rigor a la vez implacable y piadoso, como si diera testimonio del fin de una especie, de una era, de un mundo. El título proviene de un relato apócrifo referido a los últimos años de Nietzsche, quien habría caído en la locura al compadecerse de un caballo que estaba siendo apaleado por su dueño. Si tal grado de sensibilidad y empatía sólo conduce a la locura, la melancolía fuera del tiempo (o creadora de su propio tiempo) del cine de Béla Tarr sólo conduce a la epifanía.

sábado, febrero 04, 2012