domingo, febrero 05, 2012

El empleo del tiempo


Aviso a los navegantes: The Turin Horse, de Béla Tarr, está online y con subtítulos en español. Con una sucesión de imágenes densas, morosas, inolvidables, el húngaro loco se mandó un réquiem a su carrera que es, también, un réquiem por el cine. Dos personajes –padre e hija– y un caballo son casi todo lo que aparece en dos horas y media, aislados en medio de la nada y soportando una tempestad perpetua. Los rituales cotidianos (levantarse, vestirse, acarrear agua del aljibe, comer una papa cada uno, mirar por la ventana) adquieren una relevancia sublime, mitológica, que, a medida que transcurren los seis días en que se divide el relato, va perdiendo vigor, sentido, razón de ser, hasta que simplemente se apaga. Antes el caballo había dejado de comer, un vecino había pasado a dar un sermón apocalíptico, el aljibe se había secado, la lámpara se había apagado. Y la cámara los ha registrado con un rigor a la vez implacable y piadoso, como si diera testimonio del fin de una especie, de una era, de un mundo. El título proviene de un relato apócrifo referido a los últimos años de Nietzsche, quien habría caído en la locura al compadecerse de un caballo que estaba siendo apaleado por su dueño. Si tal grado de sensibilidad y empatía sólo conduce a la locura, la melancolía fuera del tiempo (o creadora de su propio tiempo) del cine de Béla Tarr sólo conduce a la epifanía.

1 comentario:

  1. Tal cual. Sontag decía que había que ver Satantango completa una vez al año para recordar lo que es el cine. Y con el Caballo de Turín quedo flotando, dolorido por lo que estamos perdiendo. Gracias a unos amigos hace unos años supe de este tipo, a partir de ese momento, procuré toda su filmografía. Deseo que Bela Tarr, cumpla y no filme más. Como la vida, debe terminar y dejarnos para siempre joyas como Damnation, Werkminster Armonies, El Hombre de Londres y El Caballo de Turín. Sólo así será eterno.

    ResponderEliminar