miércoles, mayo 30, 2012

Carnet de viaje

Silencio anda viajando por el mundo y empezó por Australia y Asia. De vez en cuando manda noticias. Hoy envía una lista de apuntes que ha hecho en su cuadernito. Acá van, junto a algunas imágenes que ha colgado en G+.



  • No hay publicidad gráfica en ninguna carretera de Nueva Zelanda.
  • Papel higiénico en los baños públicos de Nueva Zelanda. Y en algunos solitarios en el medio de la carretera, toallas.
  • En China las parejas adolescentes usan la misma remera. Y el hombre le lleva la cartera a la mujer.
  • Xi An está inundada de enormes edificios sin terminar. Gigantes complejos abandonados. Postales de Ballard.
  • Beijing = smog y cometas.
  • Chinos: ¿por qué están tan apurados?
  • Cartas con la cara de Steve Jobs en un mercado de China. Miedo.
  • Supremacía escalofriante de modelos occidentales en carteles publicitarios chinos.
  • China vive en un embotellamiento permanente.
  • No existen las veredas en Bali. Sí en China, pero también son utilizadas por los autos.
  • Vietnam y Bali son hormigueros gigantes de motos. Cada una puede llevar hasta diez veces su peso.
  • Asia carece de reglas de tráfico de cualquier tipo. Se usa más la bocina que el freno.
  • El valor de la vida humana en Asia es menos que cero.
  • 3 pesos uruguayos por un vaso de cerveza en Ho Ian, Vietnam.
  • Top 5 de cosas que me rodearon en todas las ciudades hasta ahora: 
1.     Música de Adele*
2.     Biografía de Steve Jobs
3.     Kentucky Fried Chicken
4.     Messi
5.     Logo de Superman

  • El tamaño y el peso de una valija siempre es inversamente proporcional al tamaño y el peso de la mujer que la lleva.
  • El dinero no debería ser un fin, debería ser una consecuencia.
  • Cuanto más conozco el mundo, más me interesa la ficción

  

* Adele se escucha en todas las ciudades de todos los países. En TODAS. En la calle, en puestos comerciales, en supermercados, en shoopings, en ómnibus, en los aviones, en los barcos, en boliches (remixada), etc.

Kaneto Shindo, 1912-2012

Onibaba, 1964

sábado, mayo 26, 2012

Los archivos Y (sexta parte)

* El mejor Woody Allen.

* Una joyita francesa.

* El único Subiela potable.

* Documental Sigur Ros.

* Último Suleiman subtitulado en francés.

* La niña vampiro de Suecia.

* Bob Dylan x Todd Haynes. Maravilla.

* Un Jarmusch laberíntico.

* Álex de la Iglesia desencadenado.

* Una demencia japonesa.

* Dreyer doblado (es lo que hay).

* Janis Joplin retratada.


BONUS TRACK 1: El año que cambió el jazz (uno y dos).

BONUS TRACK 2: The Making of London Calling.

viernes, mayo 25, 2012

Política cultural

Columna de Felipe Polleri, hoy:
La política cultural del gobierno financia con admirable entusiasmo a la cumbia villera y al arte conceptual, por lo que pronto veremos el nacimiento del arte conceptual villero o de la cumbia conceptual o de la instalación villera o la performance cumbiada o de otra síntesis igualmente asombrosa y original. Tengo fe. Aunque el arte conceptual es practicado por la izquierda exquisita de la pequeña burguesía y la cumbia villera por la alienación plancha del lumpen proletariado, resulta indudable que antes o después todo lo que tienen en común ambos movimientos saldrá a la luz del mundo. Por ejemplo, ambos grupos tienen un nivel de inteligencia idéntico y una muy justa necesidad de fama y dinero a cambio de poco trabajo, lo que hace a ambas artes muy uruguayas y generadoras de identidad.

Que nadie confunda con demagogia o populacherismo el interés de las autoridades por los movimientos culturales más dinámicos de nuestro país; dejemos a un lado los prejuicios y abandonémonos al ritmo de la cumbia (por ejemplo, en los ómnibus) y, asimismo, cuando entremos a un museo y veamos con cierto estupor a un trozo de bosta colgando de un cable no pensemos que se trata de un trozo de bosta colgando de un cable sino de la eterna y cósmica lucha entre la tecnología capitalista y la Madre Tierra.

Aquí está su disco



+ backstage de las tapas de discos

jueves, mayo 24, 2012

La trama celeste

Comentario de un lector del blog argentino Il Corvino:
Uruguay es un país inquietante, porque es muy parecido pero muy diferente. Prendés la TV y aparecen Tinelli, Rial, Susana. Vas al supermercado y la mitad de las marcas son las mismas y la otra mitad no las viste nunca y ni sabés de qué son. Los uruguayos hierven el agua para el mate y la enfrían después. Juegan al truco pero con un montón de variantes raras. Los sandwiches son iguales pero los llaman refuerzos. Las uruguayas son mucho menos histéricas que las argentinas. En su campeonato juegan River y Racing, pero son otros River y Racing. Hay calles de Montevideo con nombres de gente como Dumivioso Terra o Bolívar Baliñas. Se ven negros en las calles. Vas por la costa y te cruzás con Gustavo Sordera, digo Cordera. Los billetes no tienen retratos de presidentes sino de artistas. Casi todo lo bueno que hicieron acá Yrigoyen y Perón, allá lo hizo (mucho antes) el abuelo del Batlle que conocimos y ya olvidamos. Ningún uruguayo entiende al peronismo: todos hablan como radicales o socialistas. La policía no puede allanar una casa de noche (?). Los autos paran si uno cruza la calle. El colectivo es carísimo y el whisky barato. La bandera tiene un sol y es celeste y blanca. Uruguay es Argentina en una realidad alterna, algo así como La Trama Celeste de Bioy. Por eso digo que es inquietante.

Por la vuelta


martes, mayo 22, 2012

Una anomalía

Fragmento de una conferencia de Octavio Paz publicada en el Nº 236 de la revista Vuelta (julio, 1996):

Debo comenzar con una pequeña confesión: participo en este seminario con cierto recelo. Las personalidades que hablarán sobre los aspectos económicos, tecnológicos, culturales y éticos de los nuevos medios de comunicación son autoridades en sus respectivas disciplinas. En cambio, yo soy un escritor. Y un escritor que escribe sobre todo poemas. Ni el poeta ni el novelista pueden hablar desde las certidumbres de la ciencia o las hipótesis de la filosofía. La literatura es un arte y, debo añadir, un arte sin reglas ni temas fijos, en perpetuo cambio tanto por su instrumento: el lenguaje, elusivo y siempre fugitivo, como por su objeto: los hombres, criaturas ondulantes y abismales. Escribir un poema o una novela es una aventura en lo desconocido. Nuestros hallazgos son descubrimientos como los de los científicos, pero pertenecen a un orden distinto: no se resuelven en leyes generales sino en casos particulares, únicos. Una pieza teatral de Shakespeare, un soneto de Petrarca o una novela de Balzac son obras irrepetibles.
 
Otra de las razones de mi recelo: el tema de nuestras conversaciones ha sido tratado con abundancia durante los últimos años. Cierto, buena parte de lo que se ha dicho se reduce a obviedades y lugares comunes; también es cierto que muchas eminencias en los dominios de la filosofía, la educación y las ciencias sociales han hecho observaciones profundas y críticas agudas. Así pues, la única justificación de mi presencia entre ustedes radica en mi situación anómala: mi punto de vista será el de la literatura, un arte cuyo territorio es la incertidumbre misma. Por fortuna, Wole Soyinka, notable escritor, también participa en este coloquio. Se ocupará, según tengo entendido, de un tema que domina: la identidad cultural y los nuevos medios de comunicación. Mi propósito es más modesto y más general.
 
Me parece útil comenzar con una distinción archisabida y, no obstante, olvidada con frecuencia: los medios de comunicación, los escritos lo mismo que los visuales, transmiten mensajes, signos dotados de este o de aquel sentido, pero no son propiamente lenguajes. Sin embargo, aunque los medios de comunicación no son sino canales de transmisión de signos visuales y orales, su relación con el lenguaje es íntima y, en cierto modo, determinante. Los medios no son signos pero influyen poderosamente en ellos e incluso los cambian. Poseen, por sí mismos, sentido y significación. Esa significación es, sobre todo, histórica. Me explico: cada medio corresponde a un tipo de sociedad: no es lo mismo participar en un diálogo de la Academia platónica o en una discusión pública en el Foro romano que contemplar en una pantalla de televisión una mesa redonda sobre este o aquel asunto. En el segundo caso el espectador es pasivo ya que no tiene la posibilidad de replicar. Ha dejado de ser un interlocutor y se ha convertido en un oyente. Ahora bien, el lenguaje es esencialmente conversación, diálogo; los medios modernos suprimen el diálogo y así modifican substancialmente al lenguaje: la comunicación se vuelve unilateral. El cambio comenzó con el libro: leer es un acto solitario y las opiniones y reacciones del lector son privadas, pertenecen a su fuero interno. No obstante, el diálogo no desaparece enteramente: el libro es un teatro fantasmal en el que dos desconocidos se enfrentan. El autor propone y el lector dispone. El caso de la radio es semejante: aunque no vemos signos, como en la página, oímos palabras, es decir, signos orales. Con la televisión aparece algo muy distinto.
 
La televisión no presenta signos sino, predominantemente, imágenes. El espectador es el testigo impotente de escenas que poseen una doble realidad: son hechos y son imágenes. El “texto” que nos ofrece la televisión es irrefutable: no está compuesto por signos que se refieren a esta o aquella realidad sino por imágenes que se presentan como si fuesen la realidad misma. La verdad es que esas imágenes son versiones o puntos de vista del suceso y, por lo tanto, implícitamente, son opiniones; sin embargo, nunca aparecen como opiniones sino como realidades. De ahí que la información transmitida, incluso si es verídica, sea en cierto modo equívoca. Los historiadores discuten años y años sobre lo que pasó realmente en el Congreso de Viena o en la batalla del Mame; la televisión es instantánea, indiscutible e irrefutable. No quiero decir que las imágenes de los noticiarios, por ejemplo, sean mentirosas; digo que en nuestra relación con ellas se suprimen la crítica y el diálogo. Todos los días encendemos nuestros aparatos para enterarnos de lo que ocurre en nuestro país y en el mundo; todos los días, asimismo, presenciamos discusiones en las que los expertos debaten sobre temas de su especialidad. Esas informaciones y esas discusiones son útiles e incluso instructivas pero el espectador, al apagar su aparato, se queda con la impresión de que ha visto y oído a personas remotas e intangibles, que hablan para todos. Y hablar para todos es hablar con nadie.

viernes, mayo 18, 2012

Folklore infeliz

Declaraciones del escritor y periodista argentino Guillermo Piro a Ñ:
“No sé si es bueno o no que el cine sea subsidiado, lo que digo es que ese cine [subsidiado] me provoca ganas de vomitar. Supongo que los parásitos que viven del cine tienen que comer también. Y supongo que el mejor modo de sobrevivir haciendo algo medianamente divertido (que siempre es mejor que trabajar) es filmar películas subvencionadas por el Estado. El cine (al arte en general) subsidiado se me presenta como una contradicción. Si, como decía el poeta francés Paul Valéry, el arte es aquello que nos pone nerviosos, es improbable que un arte que sea funcional al Estado ponga nervioso a alguien, sencillamente porque es imposible que un Estado subvencione un arte que lo ponga nervioso a sí mismo. Creo que el arte debería estar lo más lejos posible de las garras del Estado, cuyos fondos deberían dedicarse plenamente a la educación. Esos subsidios nacen de la idea errónea de que el arte –la cultura, llámenlo como quieran– es lo suficientemente débil como para no poder bastarse a sí mismo. Cosa que no sólo es errónea, sino que la verdad es justamente lo contrario: el arte –la cultura– es indestructible. Es esa mentalidad de folclorista infeliz la que hace creer que el arte debe ser arropado, contenido, protegido”.

miércoles, mayo 16, 2012

Jardín primitivo


Le Voyage Dans La Lune, de Georges Méliès, restaurada, coloreada y musicalizada por Air

lunes, mayo 14, 2012

Habla, mudito

Una reflexión de Fabio Morábito encontrada acá:
Me contaron el siguiente error de traducción. En una novela extranjera aparecía un personaje que quedaba anonadado frente a un suceso insólito. Donde el autor escribió “quedó anonadado”, el traductor al español prefirió la palabra “enmudeció”, lo cual no estaría mal, si no fuera porque el personaje en cuestión era mudo de nacimiento. El traductor hizo enmudecer a un mudo. Se trata de una torpeza, mas no de un error, porque lo de enmudecer se dice en sentido figurado y, por lo tanto, puede aplicarse también a los mudos quienes, como todos saben, utilizan un lenguaje de señas tan lleno de sentidos figurados como el nuestro, y, por consiguiente, tienen el derecho de “enmudecer” igual que nosotros. Dicho de otro modo, entre los mudos hay gente que habla más y gente que habla menos, por eso es posible imaginarse un diálogo en el que un mudo se queje con otro mudo de la excesiva locuacidad de un tercer mudo, y diga: “Fulano habla por los codos”, y el otro mudo, que es sordomudo de nacimiento, replique: “Si, tan pronto como empieza a hablar, dan ganas de taparse las orejas”, frase absurda desde luego, pues sería más lógico que dijera “dan ganas de taparse los ojos”, siendo el idioma de los sordomudos un idioma de señas. Todo esto nos muestra que dos sordomudos que se quejen de la verbosidad de un tercero, que es tan mudo como ellos, están hablando, o sea usando la voz igual que todos. El hecho de que en ellos la voz haya sido sustituida por ademanes, no la hace menos voz, y ellos no son ni un ápice menos hablantes que los que sí “hablan”, y lo demuestran justamente al decir disparates, o sea hablando en sentido figurado, sin el cual no hay lenguaje humano entendible. Pero hay algo más, y es que mientras los no mudos no logremos entender que algunos mudos son más “mudos” que otros, o sea que hay mudos de pocas palabras; mientras no podamos concebir a un mudo taciturno, o a un mudo que enmudece de golpe, o a un sordo que se tapa las orejas, no podremos entender a nadie que sea diferente de nosotros.

domingo, mayo 13, 2012

Flotando

Comienzo de un ensayo de Zadie Smith:
Quiero que piensen en un joven llamado Clive. Clive tiene una misión literaria que nos resulta familiar: quiere escribir la novela perfecta. Clive posee bastantes cualidades: es inteligente y leído, ha estudiado la escritura contemporánea y ve con claridad en lo que han fallado sus contemporáneos, ha leído muchísima teoría literaria, esas pistas elegantes para novelas aún no escritas, y ya está preparado para construir una casa propia de palabras que no ha de tener paralelo. Puede que Clive, incluso, enseñe el arte de escribir novelas, las diseccione y las vuelva a juntar. Si escribir es un trabajo artesanal, tiene todas las herramientas, todas las habilidades. Clive está preparado. Prepara un espacio en su casa, invierte en una silla ergonómica y se sienta frente a la posibilidad en blanco de un procesador de textos. Flotando sobre su escritorio ve el esquema perfecto de su novela platónica. Todo lo que tiene que hacer es hacerla descender del éter a lo real. Se emociona. Comienza.
Adelantémonos tres años. A pesar de todos los esfuerzos de Clive, la novela que trajo a la existencia no es la novela perfecta que flotaba tan tentadora sobre su pantalla. Es un pobre simulacro, la sombra de una sombra. En el camino que va del sueño a la realidad ha perdido su aura de perfección. Su forma ha cambiado, es irreconocible. Algo pasó en el proceso, algo casi imposible de articular. Por ejemplo, cuando se trataba de dar forma al personaje de la economista corrupta que trabaja para el gobierno, María Gómez, que es vital para el tema central de Clive de la corrupción en la política americana, descubrió que necesitaba algo más que “las palabras correctas” o “saber de economía”. María Gómez demuestra las ideas de Clive sobre el sueño americano roto, pero, por otra parte, inefable, no resulta tan convincente como Clive quería. Para él fue difícil meterse en su blusa de seda, en su falda. Incluso meterse en su piel. Y después, intentando describir el matrimonio de María, Clive descubrió que quería escribir aforismos inteligentes sobre el Matrimonio, con mayúscula, en lugar de describir el matrimonio de María, algo que, pensando en su propio matrimonio, parecía, de repente, una tarea monumental y más si su propia esposa, Karina, iba a leerlo. Y así un millón de ejemplos. Fallas que no son simplemente fallas de lenguaje o diseño, sino fallas … ¿de qué? ¿De Clive? Ese pensamiento le preocupa. Y después otro, bastante más oscuro, llega. ¿Podría ser que, de ser él el lector, y no el escritor, de su novela, pensara que es un fracaso?
Clive no se detiene en tales pensamientos mucho tiempo. Su libro consigue un agente, su agente consigue un editor, su novela sale al mundo. La reciben bien. Resulta que el libro de Clive huele a literatura y parece literatura y quizá, incluso, se siente como literatura y, al rato, Clive ya casi ha olvidado ese extraño sentimiento de falsedad, de traición a sí mismo, que su primera novela le provocara. Clive no sólo se vuelve un fanático de su novela sino su gran defensor. Si un crítico señala una indulgencia por aquí, un pasaje flojo por allá, Clive explica que eso era, simplemente, lo que deseaba. Todo está hecho para conseguir un efecto. De hecho, a Clive no le importan esas críticas: minucias como esas no son nada comparadas con ese sentimiento desolador de que su primera novela no sólo no era buena sino que era falsa. Nadie le acusa de eso. Los críticos, cuando critican, hablan del andamiaje, de la pintura de la novela, de una mala metáfora, de un fragmento tedioso y confían en que esos detallitos se arreglarán en la siguiente obra. Y respecto a María Gómez, todos están de acuerdo en que ella es justo como cualquiera se imaginaría a una economista latina y corrupta que trabajase para el gobierno. Clive está contento y cumplido. Trabaja en la siguiente novela.

Goyesco



En El País, Rafael Argullol pondera diez razones para que vuelva a pintar Goya, y comienza así:
Me gustaría ver a Goya en nuestro tiempo. Como a Cervantes o a Buñuel. Goya se sentiría particularmente a gusto, o a disgusto, y tras ser informado de los cambios acaecidos en estos dos últimos siglos, podría ponerse a pintar de inmediato, sin encontrar demasiadas discontinuidades con lo que ya había pintado, y que ahora nosotros contemplamos en los museos. Es evidente que ha habido muchos cambios entre la vida histórica de Goya y la resurrección ficticia que ahora le deseo; pero, tras las apariencias, hay muchas cosas que permanecen inalterables. Un hilo invisible mantiene unidas aquella época que Goya detestó y pintó con tanta intensidad y la nuestra que, en mi ficción, debería pintar. Son innumerables las razones por las que Goya se sentiría, por así decirlo, cómodo en su repulsión a lo que le rodea, algo bien familiar y en nada ajeno.

sábado, mayo 12, 2012

Dormir para olvidar

Un artículo de Omar Genovese encontrado acá:

Hay algo hermoso en el concepto de infinito, y esto implica lo siniestro del número inabarcable. Vayamos a China en su dimensión inquietante. Hace unos meses apareció en YouTube el registro de cámaras de seguridad de un mercado. En una calle estrecha pasan motos, gente caminando, camiones cargados de mercadería. Un niño pequeño camina perdido y lo aplasta un vehículo. Tendido y sin muestras de estar con vida, el cuerpo de la víctima es aplastado por otro, y otro. Los transeúntes ignoran su calvario, así un buen rato hasta que un motociclista se detiene y observa al niño exánime. Ha muerto. Luego aparecen otras personas, tal vez la madre. En el noticiero de la televisión que difundió el video el periodista comenta la razón: en China no existen las compañías de seguros, es un régimen comunista con sectores de economía capitalista, mixtos, pero que no tienen la estructura jurídica que contemple semejantes casos. Es que el sistema imperante hace responsable al conductor sobre el costo hospitalario de la víctima, por tal motivo los conductores se desentienden en los accidentes. Horadando en la web encontré más videos de accidentes chinos. Para ilustrar el desparpajo, un camionero pisa a un peatón, baja del camión y verifica su estado de salud. ¿Asume su responsabilidad? Por supuesto, sube al vehículo, da marcha atrás y pisa otra vez el cuerpo de la víctima, y para que no queden dudas del resultado, lo hace de nuevo, y una vez más. Vale decir, lo mata de manera metódica y sin piedad.
 
Tengo un amigo escritor, porque todo escritor tiene amigos escritores, caso contrario no sería escritor. Bien, se trata de Oliverio Coelho. Estuve en el patio de su casa del barrio de Boedo visitándolo luego de que viajara por Corea y China. De Corea ya habíamos hablado en otras oportunidades, pero no de China. Él tomó su mochila de viaje y recorrió Pekín y algunos pueblos del sur. Fueron catorce días de marcha exploradora. Para nuestro espanto, notó que la bonanza económica y de consumo en que viven los chinos (en las zonas de economía capitalista y régimen comunista) los ha llevado al olvido. La población de edad media —la mayoría—, los jóvenes —también mayoría—, viven en una actualidad actualísima. Como si el hoy se hubiese inventado hace quince minutos. Un ejemplo: consultó a los habitantes de la capital sobre los sucesos de 1989. Ni registro, ni recuerdo, una lisa nada parpadeante. ¿Y la Revolución Cultural? Menos que menos. Los chinos, parece, duermen para olvidar.
 
En el transporte público, regresando de la casa de Oliverio, comencé a observar con desconfianza a mis coterráneos. Pensaba en si la pérdida de memoria podía convertirse en una enfermedad de contagio sutil. Volver hacia el suburbio es algo difícil en Buenos Aires, más si la protesta social está agitada por alguna premisa urgente. Pero a los casuales socios de viaje los veía tranquilos, indiferentes a mi presencia; es más, noté los ojos opacos como si tuvieran un vidrio empañado por delante. Reitero: había en el ambiente una razón para desconfiar. ¿Y si ellos no habían dormido temiendo olvidarlo todo? ¿Y si yo era un ser que había olvidado el pasado y trataba de enunciarme en lo que Oliverio contó como semblanza de otro lugar? O el todo inmediato es el resultado de que han olvidado y el ignorarme un síntoma de la pérdida de integración con la realidad. ¿A dónde viajaban? ¿El estado de desmemoriado absoluto nos hace criminales metódicos? Corría riesgo entre ellos, que reconocieran que tenía memoria, como un ente extraño, acaso humano.
 
No viajaré a China, ni por todo el oro del mundo, ni engañado por promesas de gloria multitudinaria… Prefiero ingresar al olvido de la historia sin sobresaltos.

(Foto de Silencio).

viernes, mayo 11, 2012

Cristinada

Todo empezó con esto:


Martín Caparrós la trató de "épica de la pavada".

Beatriz Sarlo fue más lejos y, negándolo pero diciéndolo, lo asoció con las películas de Leni Riefenstahl para el régimen nazi. Dijo, además:
en nombre de la Argentina el cristinismo se considera autorizado a hacer cualquier cosa. A veces acierta y los aciertos deben ser reconocidos. Pero muchas veces se equivoca, sobre todo en el manejo de los símbolos, el campo en que se considera más experto. En nombre de la Argentina, al Gobierno le ha parecido adecuado comprar una publicidad filmada under cover. Como si un equipo británico hubiera filmado las peleas en un estadio de fútbol, las hubiera sometido a una edición astuta y hubiera presentado un corto publicitario con el título "These are the Argies". Y el gobierno de su Majestad lo difundiera por la BBC, aunque esto le habría resultado medio difícil, dado que la BBC no se maneja desde Palacio por control remoto, como nuestro amado sistema de televisión pública.
En el medio, trajo a colación un brillante cortometraje de Alexander Kluge:
En 1934, la talentosa cineasta Leni Riefenstahl, amiga de Hitler, filmó en Nuremberg la jornada final del Congreso del Partido Nazi. La ciudad ya había sido elegida para trazar un eje pangermánico que terminaría en Berlín: el camino del Reich. En Nuremberg se construyeron impresionantes instalaciones para las grandes convocatorias del Partido. Alexander Kluge las filmó en 1961. El título de esa película, un corto de 12 minutos en blanco y negro, es Brutalidad en piedra. Tanto el título como los planos estáticos y desiertos de Kluge son estremecedores. Esos planos no son breves, no atropellan al espectador, sino que le dejan tiempo para pensar. Entre la película de Riefenstahl y la de Kluge corre una línea, pero quebrada: la celebración del nazismo y su crítica más radical.
Vean, si no:


El spot de marras, perla del cinismo publicitario-político, merece una deconstrucción similar.

martes, mayo 08, 2012

Contra la realidad

De una entrevista a Gianni Vattimo en Clarín:
“He pasado de una posición en la que hablaba de la realidad, de la debilitación de la realidad como la consumación de los absolutos, a una posición más franca, contra la realidad. Y es que me doy cuenta de que la consumación de los absolutos no pasa naturalmente, se trata de promoverla y favorecerla. Esto significa luchar contra la verdad que se presenta como obvia, la verdad que no se puede negar, incluso de algunos medios. (…) Esta lucha contra la realidad ha devenido para mí en una lucha contra la autoridad”.

domingo, mayo 06, 2012

Un cuestionario


Peret: Autorretrato

Fragmentos del Cuestionario Proust al diseñador catalán Peret (encontrado acá:):
Tu virtud favorita. Si acaso tengo o tuviera alguna virtud, cosa que dudo, no me corresponde a mí proclamarlo.
 La cualidad preferida en una persona. La generosidad, puesto que las incluye todas, o casi.

La cualidad que te define. No me gusta definirme, lo dejo en manos del otro. Yo me sé, más o menos, y con eso me apaño.
Tu principal defecto. No voy a ahorrar el trabajo de descubrirlo a quien lo busque.
Cuál es tu idea de felicidad. No tengo una idea de felicidad. Se es feliz a intervalos y sin buscarlo.
Cuál es tu idea de la desgracia. No ser dueño de sí mismo.
Dónde te gustaría vivir. En cualquier lugar donde me sienta bien.
Tu pájaro favorito. Prefiero los gatos.
Tus héroes en la vida real. Los que llegan a fin de mes. Anónimos.
Tus heroínas en la vida real. Todas las que pueblan mis fantasías.
El personaje histórico que más detestas. Están muertos todos los personajes históricos de una cierta relevancia que pueda haber detestado y creo que el mejor desprecio es el olvido.
Tus nombres favoritos. No tengo predilección por ningún nombre si no va acompañado por un rostro.
Lo que más odias. La estupidez, mucho más dañina que la hijoputez.
El episodio militar que más admiras. Me parece una solemne estupidez admirar a cualquier militar. Exceptuando la derrota del hijo de puta de Custer y su Séptimo de caballería por los sioux.
La reforma que más admiras. La de la cocina y la del cuarto de baño.
El talento natural que te habría gustado tener. Con lo que tengo voy tirando y total para lo que me queda ya. Bueno si, talento musical.
Cuál es tu estado de ánimo actual. Dejémoslo en bien, o como dice un amigo argentino; ¿querés que te cuente?
Con qué te muestras más tolerante. La tolerancia es una aberración. El tolerante se cree en posesión de la verdad y perdona al otro su error. Otra cosa es la solidaridad.

Brasilidad

Un test de brasilidad encontrado acá:

¿Es usted brasilero y no lo sabe? 
Una de las principales preocupaciones de una persona de bien es asegurarse que uno no es brasilero, por todas las consecuencias que esto puede traer. Es muy probable que usted jamás se haya hecho esta pregunta. Narcotráfico de órganos le brinda la oportunidad de preguntárselo y respondérselo haciendo este test. 

1- ¿Cómo se siente usted hoy?
a) Feliz
b) Ahí, tirando
c) Triste
d) Borracho (y por lo tanto feliz por un rato)
a) 10; b) 0; c) -5; d) 5 

2) ¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?
a) Leer
b) Mirar televisión
c) Jugar al fútbol
d) Cojer
e) Hacer los puntos a, c y d en la playa.
a) 0; b) -5; c) 5; d) 10; e) 20 

3) Guiándose por el nombre ¿en cuál de estos hoteles se hospedaría usted si estuviera de vacaciones en un lugar lejano? 
a) Hotel “El Descanso”
b) Hotel “Lo del Walter”
c) Hotel “Birimbao y Maracuyá”
d) Hotel “Los Amigos del Placer”
a) 0; b) -5; c) 10; d) 5

 4) ¿Cuál es su bebida preferida? 
a) Jugo de naranja
b) Vino
c) Cerveza
d) Una bebida con nombre de fruta tropical que se tome de un coco con una pajita y que tenga muchos colores
e) Mate
a) 5; b) -10; c) 5; d) 10; e) 0

 5) ¿Tiene pareja estable?
 a) Sí
b) No
c) No conozco el concepto
a) 0; b) 5; c) 10 

6) ¿Cómo vive el fútbol? 
a) Como el deporte más lindo del mundo
b) Como una guerra
c) Como algo divertido que se juega en la playa
d) Me es indistinto
a) 5; b) -10; c) 10; d) -5

7) ¿Qué es para usted el carnaval?
a) Una fiesta pagana popularizada por los cristianos
b) La principal herramienta del pueblo para denunciar la explotación del hombre por el hombre
c) Una buena oportunidad de usar plumas, brillantina y levantar travestis sin que nadie nos juzgue
d) Un entretenimiento de la clase media para aliviar culpas.
a) 0; b) -5; c) 10; d) 0

 8) ¿Cuál de estos implementos jamás puede faltar en su maleta o en su bolso cuando se va de vacaciones? 
a) Un rifle
b) Protector contra los mosquitos
c) Una zunga
d) Yerba
e) Hierba
a) 5; b) 0; c) 50; d) 0; e) 5 

Resultados: 
Entre 20 y 120:
Lamento informarle que usted es brasilero. Tal vez ya los sabía y lo estaba tratando de ocultar; lamento haberlo desenmascarado. En caso de que no lo supiera, bueno, ahora lo sabe. Pero ¡ánimo! Hay cosas peores. Bueno, no, no hay. Usted estará condenado a golpear una pandereta en zunga, bailando sin parar una música horrible muerto de calor. Usted está condenado a estar alegre todo el tiempo, sin importar si ganó su equipo de fútbol o si tendrá que ir con una regadera al hospital a regar a su tía que quedó en una camilla, en estado vegetal. 
Usted deberá estar siempre alegre; y lo lamento por usted: el que está alegre todo el tiempo no piensa. Y la alegría perpetua no es otra cosa que la estupidez. 

Entre -10 y 20 
Usted podría ser brasilero, pero no lo es. Por poco. Usted es algo así como un fronterizo, y no me refiero a fronterizo en el sentido psicológico sino más bien a fronterizo de la frontera, pongamos por caso Archigas o Rivvvera. 
A ver…Vaya practicando su portuñol con las siguientes frases::
“Eu Ronaldinhogaucho na plaia mais no romario moitu”.
“Nas noites, vocé neymarea mesmo, cara. Abrigadu Cafú”.
¿Pudo? Bueno, cuidado. Si pudo decirlo correctamente es posible que este test esté mal y usted sea verdaderamente un…em…brasilero. 

Entre -40 y -10 
¡Felicitaciones! Usted es un Homo Sapiens Sapiens y no un Homo Brasilerus Felicius, que, no es por discriminar, pero…Es lo peor que te puede pasar. 
Usted varía su estado de ánimo de acuerdo a lo que sucede a su alrededor y rara vez está feliz o alegre porque el mundo es básicamente una mierda y usted lo sabe. Usted es fatalista, pesimista, crítico, cínico, serio, moderado, hipócrita, hostil y parco. Es decir: usted es oriental.

sábado, mayo 05, 2012

Pozo / Foso



Lisandro Aristimuño - Mundo anfibio

El quinto disco de estudio de Lisandro Aristimuño demuestra que el solista sureño aún no ha encontrado su techo: Mundo anfibio es un ciclo de canciones envueltas por un sonido que deslumbra tanto por lo ambicioso de su concepción como por la justeza de su concreción. La tapa, una pintura de Gabriel Sainz que recuerda los paisajes alucinados de Brueghel y El Bosco, plantea una oposición entre un mundo natural -identificado con los orígenes y la armonía con el medio ambiente- y la civilización, con su depredación sobre la conciencia humana y su entorno. Alrededor de ese concepto, Lisandro desarrolla un universo absolutamente personal, integrado por melodías límpidas, una poesía de gran fuerza evocativa, samples, sonidos étnicos, arreglos de cuerdas, instrumentos acústicos y programaciones. Voces deformes, canciones infantiles, melodías orientales contribuyen a completar ese clima onírico, entre la epifanía y la pesadilla. Hay canciones gloriosas: las dos primeras, "Elefantes" y "Un dólar, un reloj y una frase sin sentido", emergen con fuerza arrasadora, impulsadas por un cuarteto de cuerdas y (en la segunda) la voz del invitado Ricardo Mollo. En "Cien pájaros", "Aurora boreal", "Igual que ayer", el clima de invención y asombro es tal que da la impresión de que la Incredible String Band se hubiera reencarnado en el siglo XXI en el noroeste argentino. Mollo reaparece en "Traje de Dios", probablemente lo más rockero del disco, y también Hilda Lizarazu y Boom Boom Kid hacen convincentes cameos vocales.

– Claudio Kleiman | Rolling Stone

viernes, mayo 04, 2012

Things are queer


Duane Michals, 1973

Cumpleaños infantil súper completo

Encontrado acá:
"Los papás del pequeño, Alvaro Ricci González, celebraron en su domicilio el 1º cumpleaños de este niño.
Una colorida ambientación predominaba en el lugar destinado a esparcimiento de los chicos, siendo motivo elegido, los perritos que tanto gustan al agasajado.
Sus patitas impresas en el piso, se advertían desde la entrada hasta el lugar donde se encontraba una larga mesa con ricos saladitos y refrescos, cuyo adorno era un enorme perro de felpa, acompañaban en la decoración, globos de variados tonos.
La mesa principal tenía mantel blanco con la huella de los perritos que llegaban hasta la torta, trepaban por sus laterales hasta llegar al centro de la misma donde los esperaba mamá perra con una canasta de golosinas desde cuyo centro se elevaba la velita Nº 1 que Alvarito apagó entre cantos y aplausos. Recibió muchos y variados obsequios, además su madrina desde Montevideo le envió un buggy".
De una nota de la sección sociales del diario Cambio de la ciudad de Salto, 4 de mayo de 2012.

jueves, mayo 03, 2012

El pasajero Marker

Encontrado acá:

Chris Marker: viaja, filma, fotografía, ama los gatos. Así se presentó en Le Dépays, un libro contemporáneo -y complementario- de su película Sans soleil, un ensayo cinematográfico de 1982 rodado por un poeta, uno de mis filmes imprescindibles, uno de los más bellos filmes de mi vida, que diría Bénard da Costa. Un filme amojonado con bellos retratos, de ésos que sólo merecen quienes son dignos de las siete letras de la palabra belleza.


Pero ya con La jetée, rodada veinte años antes, me había enamorado de Hélène Chatelain.



Cabría añadir a su presentación que Marker ama la belleza de las mujeres y no puede imaginar una película sin ellas. Sería como la ópera sin música, dijo alguna vez. Y viajar, filmar y fotografiar devenían una suerte de memorial de esa belleza. Las imágenes como herramientas de la memoria, sagrarios de la belleza del mundo. Por eso Marker nunca se separaba de la cámara a la que, como ha contado Jonathan Rosenbaum, llama Chris. A sus noventa años quizá ya no podemos esperar más películas, desde luego ya no un largometraje. Pero sigue con una cámara -ahora una digital- en la mano, capturando los rostros de las mujeres, y ha convertido el metro de París en el escenario propicio para el azaroso encuentro con sus modelos. Como en la serie Quelle heure est-elle? entre 2004 y 2008, en blanco y negro:






O en Passengers entre 2008 y 2010, en color:









A propósito de Passengers, Marker recordó aquello que decía Cocteau sobre las estatuas que de noche escapan de los museos a pasear por las calles. Y sus peregrinaciones por el metro de París le depararon encuentros igual de insólitos. Y de una íntima fugacidad. Las modelos de pintores famosos estaban aún entre nosotros...





Y tuve la suerte de tenerlas sentadas frente a mí. Como si el metro de París fuera una máquina del tiempo y las modelos viajaran en busca de una mirada hasta el recóndito siglo XXI, donde esperaban el pasajero Marker y su cámara Chris.

martes, mayo 01, 2012