Si nos importaran las banderas, los símbolos, los himnos y toda la parafernalia patriot(er)a que aprendimos a aborrecer en la niñez y la adolescencia, esta imagen del partido de ayer nos provocaría indignación. Pero como estamos más cerca de los apátridas (o, en todo caso, dentro de otras patrias que no se congregan en un partido de fútbol), sólo nos despierta la reflexión de que la "marca país" y el "país productivo" que nos vienen machacando los gobernantes ya tiene, finalmente, su trofeo. Enhorabuena.
(Gracias a L. por el envío).
a goebbels se le piantaría un lagrimón
ResponderEliminarY pensar que los custodios de los símbolos patrios, cuando el Cuarteto de Nos cantó ¨El día que Artigas se emborrachó¨, o cuando se cantó el himno en tono carnavalero, armaron un escándalo mayúsculo. Claro el mercado se rinde ante once millonarios que corren detrás de una pelota, que multiplican ganancias. ¡Qué sensación inigualable ser tapado con una bandera!, los féretros tapados con banderas son emocionantes!
ResponderEliminarY ser tapado por una bandera con sponsors ni le digo, Anónimo. Ni Goebbels se atrevió a tanto.
ResponderEliminarEl negocio mafioso del fútbol logró que la masa identifique su patrioterismo con once millonarios que ¨laburan¨ un par de horas y son los héroes modernos. Goebbels le prepararía una así del Tercer Reich comprada por Krupp sostenida por jovenes de corbatita negra y camisita parda. Hoy la sostienen jovenes con torso desnudo y carita pintada de celeste y blanco. Heil Pilsen!
ResponderEliminar