De una entrevista a Ian McEwan en La Vanguardia:
Encuentro la trascendencia caminando por espacios abiertos, en la amistad y en la literatura. Por eso me irrita que las religiones organizadas se apropien de ella y de la moral cuando, a menudo, predican odio y nos dividen: las personas son buenas o malas sin necesidad de religión. La capacidad de mejorar el mundo tampoco es exclusiva de la política. De hecho, las utopías partidistas y patrióticas nos condujeron a los genocidios del siglo XX. Quiero pensar que no fue en vano y que, gracias a ese escarmiento, mantenemos hoy una saludable distancia crítica respecto a los partidos políticos: de ellos sólo espero que no nos engañen del todo y, tal vez, unas mínimas mejoras graduales.
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