sábado, julio 16, 2011

El mundo nos sonríe

De un texto de John Berger publicado en El País Cultural:

La publicidad convierte el consumo en un sustituto de la democracia. La elección de lo que uno come (o viste, o conduce) ocupa el lugar de la elección política significativa. La publicidad ayuda a enmascarar y compensar todos los rasgos antidemocráticos de la sociedad. Y enmascarar también lo que está ocurriendo en el resto del mundo.

La publicidad constituye una especie de sistema filosófico. Lo explica todo con sus propios términos. Interpreta el mundo.

El mundo entero se convierte en escenario donde se cumple la promesa publicitaria de una buena vida. El mundo nos sonríe. Se ofrece a nosotros. Y como imaginamos que todos los lugares se nos ofrecen, todos los lugares vienen a ser más o menos lo mismo.

Según la publicidad, ser sofisticado es vivir por encima de los conflictos.

La publicidad hasta puede traducir la revolución a sus términos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario