viernes, junio 17, 2011
Testigos en cadena
Un artículo de Ñ nos lleva a un catálogo online del cine argentino vinculado, directa o indirectamente, a la dictadura de ese país, y elaborado por el equipo de Memoria Abierta. Dando vueltas por ahí vemos en el catálogo notorios puntos altos (el rescate de títulos, el ordenamiento y catalogación, la información válida) y algunas debilidades (las categorías temáticas no siempre son las más adecuadas y no están lo suficientemente explicadas). Dentro de "Clima de época", uno de los apartados más significativos, encontramos, por supuesto, las gran trilogía dirigida por Aristarain en plena dictadura (La parte del león, Tiempo de revancha y la extraordinaria Últimos días de la víctima), y también un cortometraje que no conocíamos, de Fernando Spiner, de increíble riesgo si se tiene en cuenta la fecha de realización (1982). Muy cercano a los parámetros del primer Aristarain, Testigos en cadena está claramente influido por Blow-up, de Antonioni (1966), y por la adaptación del mismo tema que Brian De Palma había estrenado poco antes, Blow-out (1981), pero al mismo tiempo ejerce un preciso anclaje con la situación política y social de su época sin descuidar el lenguaje visual y la economía narrativa.
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