domingo, diciembre 19, 2010

Carousel


Dos pensamientos tienen lugar mientras se mira Carousel, el premiado cortometraje del director publicitario sueco Adam Berg. La primera dice: esto tiene que ser un comercial. Con su alta producción, costosos efectos y cuidada terminación, pertenece a otra liga que muchos cortos que se ven online. La segunda dice: pero no puede ser un comercial. Tiene armas, explosivos, payasos asesinos y policías muertos.

Ambos pensamientos son correctos. O casi. Carousel es un ejemplo de una creciente tendencia en la realización de films: el cortometraje de marca. Connotados directores como David Lynch y Martin Scorsese han coqueteado con el concepto, en general trabajando para firmas de moda. Los resultados están a menudo demasiado asociados a una marca, o no son demasiado buenos, pero el de Berg se destaca… Y uno puede verlo sin saber que fue requerido por Philips para promocionar una línea de televisores de pantalla ancha.

La premisa –un momento congelado del epílogo de un fallido atraco a un banco, con la cámara vagando por una carnicería detenida– sugiere la complejidad de su realización, pero Berg la ejecutó de un modo análogamente acorde. “La gente está quieta”, se ríe. “Hubo algo de animación computarizada, pero la mayor parte de los actores están colgando de cuerdas”.

El film fue rodado en un solo fin de semana en un gimnasio de Praga. Como fue un proyecto relativamente pequeño, destinado a Internet, Berg dice que obtuvo “una enorme libertad. No había que seguir leyes de difusión, así que pudimos mostrar armas e imágenes temibles.” Proyectos como éste son aún inusuales, pero Berg espera que cunda el ejemplo. “Es la mejor manera de trabajar. Obtienes fondos y también libertad para desarrollar tus ideas. Y también es buena publicidad. Eso es lo bueno de Internet. Debes hacer algo bueno para llamar la atención de la gente. No puedes comprar su tiempo. Necesitas captar su interés.”

-Killian Fox, The Observer


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