lunes, diciembre 06, 2010

Vargas Llosa visto desde Japón

Mario Vargas Llosa

por Kenzaburo Oé

En ocasiones el Premio Nobel de Literatura se ha concedido a escritores un tanto marginales antes que a los más conocidos a nivel mundial, aquellos que sobresalen por su calidad literaria. Esto es lo que me sucedió a mí cuando me adelanté a Günter Grass y Mario Vargas Llosa, y me sentí apenado de verdad, pues sostenía con ellos, entre otros autores que habían accedido con generosidad a mi petición (Escribir contra la violencia, Editorial Asahi), una fluida correspondencia.

Sin embargo, al repasar la lista de los galardonados en un plazo más extenso, digamos 5 o 10 años, me pareció que la selección había sido siempre muy acertada. Yo, por ejemplo, no sabía nada de la polaca Szymborska, y así comencé a leer sus obras publicadas con motivo del premio, primero en japonés, luego en inglés y francés, y finalmente terminó siendo una de mis poetisas favoritas.

Entusiasmado por el reciente premio otorgado a Vargas Llosa, 11 años después que a Grass, hice una colección de recortes de prensa para ponerlo al tanto de la repercusión de su merecido galardón entre lectores japoneses (con un resumen en inglés), y me quedé aterrado ante la columna de Akira Ikegami, publicada en Asahi bajo el título de Lectura oblicua de prensa.

Después de admitir, no sin vergüenza, que no sabía quién era Vargas Llosa, el señor Ikegami se refirió a las razones del premio y declaró que “no entendía en absoluto” estas dos líneas: “Por su cartografía de las estructuras del poder y sus mordaces imágenes de la resistencia individual, la revuelta y la derrota”. A mí, en cambio, me pareció un excelente esbozo de las mejores obras de Mario Vargas Llosa, quien desde el inicio de su carrera abordó con mirada crítica la realidad social y política de Perú.

A continuación, el señor Ikegami dice que para él “no es sino un galimatías” todo lo que los investigadores más experimentados han escrito con pasión sobre Vargas Llosa en espacios limitados de la prensa. Aunque me parece comprensible la reacción del célebre comentarista, yo, como escritor acusado durante mucho tiempo por un supuesto hermetismo, quiero manifestar aquí mi opinión para los no-amateurs que "desean iniciarse en la carrera de novelista".

Ante todo, lean ustedes al menos una novela de Mario Vargas Llosa. Luego, aprendan con sus ensayos literarios, que revelan la profunda devoción del escritor peruano por su oficio. De las primeras recomiendo sin duda La casa verde y de los segundos La verdad de las mentiras.

(sigue acá)

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