lunes, noviembre 22, 2010

324 veces Onetti

Solo 100 ejemplares, una edición artesanal, un libro de colección. Son 324 fotografías íntimas y desconocidas del maestro uruguayo. Una joya.

Dice una nota llena de anécdotas, escrita por Antonio Astorga, en el ABC:

Un ensayo iconográfico sobre Juan Carlos Onetti, escrito por Raúl Manrique Girón y Claudio Pérez Míguez (Del Centro Editores. Madrid. 2010. Primera edición. 208 p. Texto introductorio de Dolly Onetti) rescata al Onetti más íntimo. Son 324 fotografías en su mayoría nunca publicadas anteriormente del archivo personal del escritor, en blanco y negro y color. Es una edición de 100 ejemplares firmados y numerados por sus autores. Cada ejemplar va a acompañado por una fotografía original tomada por Dolly Onetti a Juan Carlos Onetti, firmada por ella y numerada en consonancia con cada volumen, en una carpeta realizada artesanalmente. Todo en estuche entelado, estampado con la firma de Onetti, especialmente diseñado. La obra será presentada en Madrid el lunes 29 de noviembre en la sede del Centro de Arte Moderno, Galileo, 52, con la participación de sus autores y de Teresita Mauro, profesora de la UCM y amiga personal de Onetti.

(...) Emir Rodríguez Monegal ha descrito el nacimiento de aquella mitología en torno al personaje Onetti que comienza a cuajar a ambas orillas del Río de la Plata en los años treinta, antes todavía de que su obra literaria le diera firme sustento« “Una leyenda se iba coagulando insistentemente a su alrededor: la leyenda del humor sombrío y del acento un poco arrabalero; la leyenda de sus grandes ojos tristes de enormes lentes tras los que asoma la mirada de animal acosado, con la boca sensual y vulnerable; la leyenda de sus mujeres y sus múltiples casamientos; la leyenda de sus infinitas copas y de sus lúcidos discursos en las altas horas de la noche». «Esta leyenda lo acompañó a lo largo de toda su vida y subsiste en el testimonio escrito de muchos. Pero cuando uno empieza a hablar con amigos, con periodistas, con gente que lo conoció en la intimidad, surge un Juan diferente», recuerda Dolly.Existe una anécdota muy comentada acerca de la reacción de Onetti al leer “El perseguidor”, de Julio Cortázar. La asociación entre la niña del cuento y su propia hija lo llevó a romper un espejo de un puñetazo. Cortázar escribiría: «Una de las mejores recompensas de mi vida: una carta de Onetti en la que me dice que El Perseguidor lo tuvo quince días a mal traer. Para mí es como si me lo hubiera dicho Musil o Malcon Lowry, esa clase de planetas».

-Moleskine Literario

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