Se dice de Kurt Vonnegut (Indianápolis, 1922 - Nueva York, 2007) que pertenece a una determinada generación de novelistas norteamericanos a quienes parte de la crítica consideraun "escritor para escritores". Habrá quien, ante esta calificación tan ambigua, ponga pies en polvorosa por miedo a toparse con una lectura ampulosa y rebuscada propia de la jet-set intelectual; o quienes se acerquen con una manga tan estrecha, que su militancia elitista les impida disfrutar de uno de los escritores más importantes de finales de siglo. Para los que simplemente pretenden deleitarse con la lectura de una de las prosas más ágiles, eficaces, sutiles e imaginativas la editorial Sexto Piso edita en España Mire al Pajarito, una antología de cuentos que recoge, de manera póstuma, catorce piezas inéditas del famoso autor de Matadero Cinco.
El principal problema de este libro es, precisamente, haber leído este clásico sobre el innecesario bombardeo que sufrió la ciudad alemana de Dresde en 1945. Matadero Cinco es ese primer amor que por propia definición acaba terminándose, en cuyo espejo de perfección adolescente e ingenua se mirarán para siempre todas nuestras novias. Pone el listón muy alto.
Mire al Pajarito, que oscila entre la ciencia ficción, el humor negro y la crítica social, comienza con una carta del propio Vonnegut a su editor Walter J. Miller, y continúa con sus relatos menos logrados. Con un punto moralista y unos finales un tanto hollywoodienses, durante la primera parte del libro nos acordamos con demasiada frecuencia de Billy Pilgrim y sus secuestradores trafalmadorianos.
Existe una magia a lo largo del texto. El manejo prodigioso de los tiempos del relato, hilo transparente que empuja nuestra curiosidad un poco más en cada página, así como la utilización de unaprosa sencilla pero rigurosa, y unos diálogos, en ocasiones sorprendentes pero siempre brillantes, comienzan a operar una transformación. Un encantador de serpientes empieza a tocar su flauta y para cuando llegamos arelatos de más peso como "Las hormigas petrificadas" y "El Rey y la Reina del Universo", estamos a su entera disposición. Nuestra conciencia adolescente es tan solo un rumor antiguo al que miramos con la inequívoca nostalgia de una razón madura.
Los personajes de Vonnegut demuestran en cada acción y en cada diálogo de qué material están construidas sus agallas. Ninguna frase es baldía ni ninguna actuación es en vano. El propio autor decía que un escritor debe ser un sádico: "no importa cómo de dulce e inocente sean tus protagonistas, has de hacer que les ocurran cosas horribles para que el lector pueda ver de qué palo están hechos". El libro propone una interlocución sencilla y cercana con el lector. "Se debe escribir", afirma, "para satisfacer solamente a una persona", pues "Si abres una ventana y haces el amor al mundo, por así decirlo, tu historia pescará una pulmonía".
Acompañados de sus habituales dibujos en tinta, Mire al pajarito es un regalo inesperado para que los lectores más fieles pongan a prueba su nostalgia y comprueben, si cualquier tiempo pasado fue, tan solo, anterior.
-David Moreno, Ámbito Cultural
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